En un contexto económico marcado por la recesión y la caída de las ventas, la Sociedad de Comerciantes, Industriales, Propietarios y Afines (SCIPA) hizo pública una intimación a los denominados formadores de precios para que retrotraigan los valores de productos y servicios que, según la entidad, fueron remarcados especulativamente.
La Comisión Directiva de SCIPA, encabezada por su presidente Alfredo Ventura, señaló que los precios de artículos de primera necesidad, como alimentos, materiales de construcción, medicamentos y mercadería mayorista, han experimentado incrementos considerables bajo el argumento de la volatilidad cambiaria. Sin embargo, advierten que con la actual tendencia a la baja del dólar “ya no existe la incertidumbre que recurrentemente se utiliza como justificación para elevar los importes”.
La entidad remarcó que es “la única que solicita esta medida” dado que no mantiene compromisos con grandes empresas, algunas de ellas de carácter monopólico. En su comunicado, SCIPA expresó su deseo de que “el país repunte en consumo, que las ventas crezcan y que comerciantes, industriales y PYMES puedan invertir, crecer y salir del letargo en que se encuentran sumergidos”, evitando así cierres y despidos masivos que agravan la crisis del empleo.
El planteo central apunta a que, si efectivamente se remarcaron productos tomando como referencia un dólar a 2 mil pesos,según denunciaron, ahora corresponde ajustar los precios a los valores previos. De no hacerlo, las pequeñas y medianas empresas “no tienen otra opción que cerrar sus puertas” frente a la competencia desleal de los productos importados, que ingresan al país con una diferencia “abismal” en los valores.
Además, SCIPA advirtió que alertará a los consumidores sobre cuáles son las compañías que remarcaron sus precios sin justificativo y que no hayan reducido los valores pese al cambio en el escenario cambiario. “La transparencia hará que nuestros clientes sepan a quién atribuir los desmesurados precios que deben abonar ante la voracidad de las empresas formadoras de precios”, señalaron.
Con esta posición pública, la entidad comercial busca presionar para que se frene lo que describe como “un espectacular negocio financiero a costa del cliente minorista y del comercio de cercanía”. Según SCIPA, sólo con precios más justos se podrá recomponer el consumo, evitar el cierre de negocios y recuperar la inversión y el empleo en el sector.
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