La Cámara de Comercio, Industria y Profesionales de Pilar (SCIPA) lanzó un fuerte reclamo al sistema financiero al advertir que las actuales tasas de interés “asfixian” al sector productivo y amenazan la supervivencia de comercios y pequeñas y medianas empresas (Pymes). La entidad, a través de su Comisión Directiva encabezada por Alfredo Ventura, Enrique Bértola y Gustavo Suárez, envió una nota formal al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, para exigir una “considerable” reducción de las alícuotas que aplican los bancos.
“La situación es desesperante. La tasa del Banco Nación, por ejemplo, está en un 165 por ciento anual para préstamos personales. Si la inflación de abril fue del 2,8 por ciento y la de mayo del 1,5 por ciento, no tiene lógica mantener tasas propias de un escenario hiperinflacionario”, sostuvo Bértola en diálogo con Diario Resumen.
Además, explicó que esta realidad golpea de lleno a la actividad económica local, generando un círculo vicioso que afecta tanto a empresas como a consumidores. “Los comercios y Pymes se ven obligados a financiarse con créditos personales o tarjetas de crédito a tasas exorbitantes. Esto termina siendo un salvavidas de plomo: te da aire uno o dos meses y al tercero te hunde. No hay rentabilidad que alcance para cubrir semejantes intereses”, expresó.
Además, Bértola advirtió que la falta de crédito accesible provoca la ruptura de la cadena de pagos. “Los proveedores acortan los plazos porque también necesitan liquidez y, si no, suben los precios para compensar la espera. Del otro lado, el consumidor paga con tarjeta porque no tiene efectivo, pero cuando no llega a cubrir el total de la deuda se enfrenta a intereses aún más altos. Es una cadena que afecta a todos”, describió. Además, detalló que actualmente “el 60 o 70 por ciento de los comercios trabaja con medios de pago electrónicos porque la gente ya casi no maneja efectivo, cuando antes ese porcentaje era del 30 o 40 por ciento”.
SCIPA también hizo extensivo el reclamo a las cámaras madres, CAME y FEBA, para que acompañen la iniciativa y la gestión se potencie a nivel nacional. “Les enviamos copia de la nota porque entendemos que este no es un problema aislado de Pilar. Es algo que afecta a todo el sector productivo argentino”, señaló Bértola.
Respecto al rol de los bancos privados, admitió que aunque algunas entidades lanzan promociones puntuales para determinados productos, en general el sistema sigue la línea de los bancos oficiales. “Si Nación y Provincia bajan las tasas, los privados deberían ajustarse. Hay un efecto dominó en ese sentido. Pero hasta ahora el ajuste brutal lo estamos soportando nosotros: comercios, industrias y consumidores, mientras que el sistema financiero continúa con rentabilidades que ni siquiera reinvierte en el país”, cuestionó.
Sobre la respuesta del Banco Central, el vicepresidente de SCIPA indicó que aún no recibieron devoluciones formales ni informales. Sin embargo, insistió en que el reclamo “blanquea una situación que todos vivimos a diario” y confió en que las autoridades “puedan ordenar este desfasaje tan grande”.
Por último, advirtió sobre las consecuencias de no tomar medidas: “Si esto sigue así, cualquier persona o empresa que necesite dinero no lo va a poder tomar. Es una muerte anunciada: te endeudás para pagar deudas y terminás cerrando el negocio con una mochila de deuda imposible de saldar. Va a haber más comercios cerrados, más desocupación y una economía cada vez más asfixiada”.
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