La conmoción que provocó el femicidio de Solange Sanabria en pleno centro de Pilar derivó en una movilización masiva el martes. Desde el Frente de Mujeres y Disidencias en Lucha, espacio que nuclea a distintas organizaciones como Juntas y a la Izquierda, Natalia Espasa explicó a este medio cómo se organizó la protesta.
“Cuando nos enteramos del femicidio de Solange, una joven madre de una nena de 5 años que estaba desaparecida hace más de 20 días y a cuya madre no le quisieron tomar la denuncia, supimos que teníamos que salir a repudiar el hecho y hacerlo en la calle, no solo por redes sociales”, sostuvo Espasa.
Según la referente, primero se pusieron en contacto con la familia y las amigas de Solange para acordar una concentración en la plaza central de Pilar. De allí partieron hacia la Fiscalía y pasaron frente a la Comisaría 1ª, repudiando a la institución por no haber tomado la denuncia cuando correspondía. La movilización culminó en el lugar donde fue hallado el cuerpo mutilado de la joven, envuelto en una frazada, con una radio abierta y la palabra de allegadas y familiares.
“La participación fue muy buena, no solo de gente que conocía a Solange sino también de vecinas y vecinos de Pilar y General Rodríguez. Muchas chicas salían de las escuelas y se sumaban con sus carteles. Pudimos expresar que estamos cansadas de que nuestras vidas no sean cuidadas ni respetadas”, relató Espasa.
En su testimonio, la militante denunció la responsabilidad institucional: “La Secretaría de Género y Diversidad de la Municipalidad de Pilar es una fachada. No es la primera vez que no acompañan los casos. Tampoco hubo acercamiento a la familia por parte del municipio ni del gobierno provincial ni nacional”. Además, cuestionó que, pese a que la familia había señalado a la pareja de Solange, Oscar Benítez, como sospechoso, “no lo buscaron de inmediato”.
La marcha, que terminó frente a la casa del acusado con la presencia de la madre y el padre de Solange, dejó un compromiso colectivo: seguir visibilizando el caso y organizar nuevas acciones hasta que haya justicia. “Nos queremos vivas. Si tocan a una, respondemos todas”, resumió Espasa.
En lo personal, la referente contó que la historia la atraviesa: “Mi nena tiene la misma edad que la hija de Solange. No solo son víctimas las mujeres asesinadas sino también sus hijas e hijos. Ver a mi hija marchando con un cartel pidiendo justicia por Solange me hizo pensar que podría ser ella en el lugar de la hija de Solange”.
Así, la movilización no solo exigió justicia por un femicidio brutal, sino que puso en evidencia la falta de respuesta y la potencia de la organización colectiva para enfrentar la violencia de género en Pilar.
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