Desde este miércoles comenzó a regir un nuevo aumento en el precio del boleto de los colectivos de jurisdicción nacional que circulan por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El pasaje mínimo pasó de valer 397,11 pesos a 424,91, lo que representa una suba del 7 por ciento, en el marco de un ajuste tarifario escalonado del 21,52 por ciento aprobado por la Secretaría de Transporte nacional a fines de mayo.
Este es el segundo tramo de la actualización: el primero se aplicó el pasado 23 de mayo y el tercero está previsto para el 16 de julio. Con estas medidas, el Gobierno nacional busca recomponer el valor del pasaje luego de ocho meses sin modificaciones, la última había sido en agosto de 2024, y reducir la brecha con las tarifas de las líneas provinciales y porteñas, que aplican incrementos mensuales ligados a la inflación más un 2 por ciento adicional.
El ajuste alcanza a 103 líneas nacionales que operan en la Ciudad y el conurbano, como las líneas 8, 15, 39, 60, 86, 93, 111, 126, 152 y 194, entre muchas otras. El resto de los colectivos, administrados por la Provincia de Buenos Aires o la Ciudad Autónoma, ya aplicaron una suba del 4,8 por ciento este mes y se prevé otra del 3,5 por ciento en julio. Por este motivo, el boleto nacional volverá a quedar por debajo de esos valores en poco tiempo, manteniéndose la disparidad.
Con la nueva tarifa, el tramo más corto dentro del área suburbana del Grupo I, que conecta la Ciudad con el primer y segundo cordón del conurbano, pasa a costar 424,91 pesos. Las distancias intermedias, como los viajes de hasta 6 o 12 kilómetros, alcanzan los 473,35 pesos y 509,81 respectivamente. Los tramos más extensos, de hasta 27 kilómetros, ascienden a 546,31 pesos, mientras que los viajes superiores a esa distancia llegan a 582,56 pesos. En todos los casos, los usuarios que no tengan la tarjeta SUBE registrada deberán abonar tarifas considerablemente más elevadas.
También se actualizó el cuadro tarifario para las líneas suburbanas del Grupo II, que prestan servicio hacia localidades más alejadas como Zárate, Mercedes o La Plata. Allí, el boleto mínimo sube a 559,03 pesos, con una tarifa terminal de $141,36 pesos y una base por kilómetro de 21,59 pesos. Los valores para pasajeros sin SUBE nominalizada son aún mayores.
El nuevo esquema tarifario se enmarca en el proceso de revisión de subsidios al transporte y busca acercar los valores a los costos reales del servicio. Sin embargo, para muchos usuarios habituales, estas subas impactan de lleno en el bolsillo, en un contexto de fuerte retracción del consumo y pérdida del poder adquisitivo. La diferencia de precios entre líneas de distintas jurisdicciones, además, continúa generando desigualdades entre quienes utilizan el transporte público en el mismo territorio.
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