Los gremios docentes, estatales y judiciales de la provincia de Buenos Aires esperaban retomar este miércoles las negociaciones salariales con el Gobierno provincial, tras haber rechazado la semana pasada una oferta de aumento del 7%. Sin embargo, el encuentro fue sorpresivamente postergado a última hora y reprogramado para el lunes 12 de mayo, lo que generó descontento y preocupación en los distintos sectores sindicales.
La mesa de negociación había sido convocada luego de un fallido segundo encuentro en el que el Ejecutivo bonaerense propuso un incremento del 4% para el mes de mayo —a cobrar en junio— y un 3% adicional en julio —a percibir en agosto—. La propuesta fue rechazada de plano por los gremios, no sólo por considerarla insuficiente en relación a la inflación acumulada, sino también porque se calculaba sobre los sueldos de marzo y el segundo tramo no impactaría en el cálculo del medio aguinaldo.
Desde las organizaciones gremiales expresaron su malestar tanto por el aplazamiento de la reunión como por la falta de contactos informales con funcionarios del Gobierno, algo habitual en la antesala de estos encuentros. “Nosotros seguimos insistiendo con un aumento de dos dígitos, al menos para junio y julio”, expresó una fuente sindical consultada, que agregó: “si van a desdoblar el aumento, el primer porcentaje debería ser el mayor”.
Otro dirigente sostuvo que se esperaba algún tipo de comunicación previa durante la jornada del miércoles, algo que no ocurrió, y remarcó la necesidad de que la oferta oficial contemple un incremento significativo en mayo que pueda incorporarse al cálculo del aguinaldo. “El problema no es solo el porcentaje, sino también el plazo en el que se cobra. Lo que planteamos es la preocupación de que se nos va muy lejos el cobro del aumento”, señalaron desde uno de los gremios docentes.
La última mejora salarial fue acordada en febrero y se tradujo en un 7% al salario básico percibido en marzo y un ajuste del 2% cobrado en abril. Sin embargo, ese esquema quedó rápidamente desactualizado: tras la liberación del cepo cambiario, la inflación mostró signos de aceleración. La última medición oficial del INDEC arrojó una suba del 3,7% general y casi un 6% en alimentos, mientras que desde el propio Ministerio de Economía nacional proyectan al menos un 3% para abril, lo que erosionará aún más el poder adquisitivo de los trabajadores estatales.
Claudio Arévalo, secretario general de ATE provincia, fue contundente: “Es necesario una propuesta que supere el aumento de los precios y para ello es necesario un mayor esfuerzo desde el Gobierno provincial”.
Mientras los sindicatos aguardaban una propuesta superadora, la postergación de la reunión agrega incertidumbre a una negociación que ya se mostraba empantanada. Por el momento, los gremios aseguran que continuarán reclamando una recomposición que permita recuperar parte del terreno perdido frente a la inflación, aunque no descartan avanzar en medidas de fuerza si no hay avances concretos en la próxima convocatoria.
Dejar un comentario