Jueves 10 de Julio de 2025

El peronismo bonaerense sella su unidad bajo el frente “Fuerza Patria”

La alianza electoral es integrada por el PJ provincial, el Frente Renovador, La Cámpora y otros espacios, que buscará enfrentar al oficialismo libertario en las legislativas del 7 de septiembre. El acuerdo, sellado por Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa, se concretó tras meses de negociaciones.


  • Jueves 10 de Julio de 2025
Fuerza Patria

En una jornada marcada por los festejos del Día de la Independencia, el peronismo bonaerense alcanzó este miércoles un acuerdo de unidad que da forma al nuevo frente electoral “Fuerza Patria”, con el que buscará disputar las elecciones legislativas del próximo 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. El flamante espacio fue consensuado por el núcleo dirigente del Partido Justicialista provincial, compuesto por Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa, con el objetivo de hacer frente a la alianza libertaria que encabeza el presidente Javier Milei.

La conformación del frente representa el desenlace de una serie de reuniones que comenzaron en marzo entre los principales referentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el Frente Renovador, La Cámpora y otras fuerzas aliadas. El acuerdo fue rubricado por los líderes de cada sector acompañados por sus respectivos apoderados: Agustina Vila y Mariano Cascallares por el MDF; Patricia García Blanco y Facundo Tignanelli por el PJ bonaerense; y Eduardo Cergnul junto a Sebastián Galmarini en representación del massismo. La firma formalizó una coalición que, pese a las tensiones persistentes, buscará construir una alternativa competitiva en el principal distrito electoral del país.

La negociación que llevó al surgimiento de Fuerza Patria no estuvo exenta de conflictos. Uno de los puntos más álgidos fue la disputa entre el kirchnerismo y el kicillofismo respecto del calendario electoral. Mientras el sector más alineado con Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que el desdoblamiento impulsado por el gobernador fue un error estratégico, desde La Plata defendieron la medida como un acto de autonomía para resguardar la identidad bonaerense. Si bien el acuerdo se concretó, en el interior del kirchnerismo persiste el malestar por lo que consideran una derrota interna, lo que añade incertidumbre al futuro inmediato del frente.

La reciente condena judicial contra la ex presidenta en la causa Vialidad, que derivó en su prisión domiciliaria y su inhabilitación para ocupar cargos públicos, agregó un nuevo componente de tensión al escenario. El fallo no solo tuvo impacto jurídico y político en la figura de Fernández de Kirchner, sino que alteró el delicado equilibrio de poder dentro del armado peronista: fortaleció la alianza entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, y debilitó la posición de Axel Kicillof. El gobernador venía de intentar relanzar su carrera con un nuevo espacio político propio, pero la resolución de la Corte Suprema interrumpió ese avance y complejizó las conversaciones en curso.

No obstante, desde el entorno de Kicillof afirman que conservan la “lapicera” para definir las listas provinciales, mientras que La Cámpora y el Frente Renovador tendrían mayor protagonismo en la confección de las candidaturas nacionales. En paralelo, desde el MDF ya anticiparon que trabajan en una “segunda escudería”, una estrategia de respaldo para tener una alternativa preparada si alguno de los sectores decide romper el pacto antes del cierre de listas previsto para el 19 de julio.

Consciente de los riesgos, el PJ bonaerense acordó establecer un esquema de “apoderados cruzados” entre las distintas fuerzas para garantizar controles internos y evitar maniobras que puedan enturbiar el proceso de inscripción de candidaturas. Según confiaron a la agencia Noticias Argentinas fuentes cercanas a uno de los integrantes del tridente justicialista, el tramo más conflictivo será el cierre municipal, mientras que se espera un panorama más despejado en los niveles provincial y nacional.

“Hay que ser generosos y garantizar el respeto de las minorías. Todas las listas deben ser consensuadas e integrar a todos los sectores”, subrayaron desde uno de los espacios involucrados en la negociación. La unidad sellada este 9 de julio aparece como una solución táctica frente a la urgencia electoral, pero su sostenibilidad dependerá del equilibrio entre los liderazgos, el respeto de los acuerdos y la voluntad de integración. El verdadero test será, sin dudas, el cierre de listas. Allí se verá si la alquimia peronista logra mantener unida a la Fuerza Patria o si las tensiones internas terminan por desbordarla.

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