Rodolfo Nicolás Caraballo Escobar, uruguayo y de 31 años, identificado como responsable de los crímenes tanto de Fabián Sturm Jardón como de Marcelo González Algerini, ambos cometidos durante el 2024, fue apresado en la jornada de este jueves en Brasil.
La detención, fue informado, se llevó adelante en Florianópolis y al momento de ser apresado no solo que llevaba un documento de identidad falso, sino que también habría sido encontrada droga en posesión del hombre buscado desde hace meses por la justicia argentina e INTERPOL.
Según el prontuario de Caraballo Escobar, el homicidio era algo que conocía bien: había estado preso en la Unidad 4 de Montevideo con prisión preventiva por el homicidio de una cuidacoches que quedó en medio de una disputa entre bandas narco rivales en noviembre del 2021.
Sin embargo, el 23 de marzo del 2022 escapó de la prisión sin ser visto tras esconderse en un volquete. Tras fugarse se encondió, primero, en Brasil y para el 2023 ingresó a Argentina con una identidad falsa: se hizo llamar Joaquín Amoros Sanguinetti, nombre de un recluso de Uruguay.
Al pisar suelo argentino, Caraballo Escobar no tenía dinero, pero sí un contacto que le presentó a Sturm, quien lo condujo hacia Pilar y se entabló así una sociedad y amistad, a la que se sumaría luego Algerini.
En 2024, todo cambió: el 25 de septiembre un móvil del Comando Patrullas de Pilar fue enviado a Las Camelias al 2300 por una serie de disparos. Los policías se encontraron con Amoros Sanguinetti – Carballo Escobar – a quien cuando llegaba a su vivienda una camioneta se le apareció y le efectuó unos 17 disparos mientras él huía corriendo. Si bien dijo que le quisieron robar el auto, un BMW M235i, la policía creía que lo quisieron asesinar.
Ese fue el primer hecho que desató la venganza: el sábado 12 de octubre Algerini viajaba con Teófilo Américo Sturm González, padre de Fabián, cuando frenaron en un kiosco de la calle San Cayetano del barrio Monterrey (Derqui). Teófilo bajó para comprar algo, pero apareció un Jeep Renegade que ocasionó una balacera contra Algerini, que recibió cuatro disparos mortales.
En el barrio San Agustín, residencia de la víctima, se encontró prensa hidráulica, una balanza electrónica, bowls y elementos con restos de cocaína. Se dice que Sturm llegó antes y rescató tres kilos de cocaína. Además, se secuestraron 694.011 dólares, pero estos nunca llegaron al juzgado: la Policía alegó que era un error de tipeo y mandó solo 69 dólares. Por eso, hay una causa y también se descubrió que Algerini era buscado por ser parte de una banda narco.
Dos meses después, llegaría el turno de la muerte de Sturm, asesinado a sus 42 años cuando estaba a punto de ingresar en un edificio del barrio porteño de Recoleta el 13 de diciembre del 2024.
Los investigadores supieron que para los crímenes de Sturm y Algerini se utilizó la misma arma, una Glock que fue encontrada en el Fiat Cronos que el sicario utilizó.
Con todo esto, las causas se unificaron en el fuero federal y el Juez Federal de Campana Adrián González Charvay, que solicitó la detención del sicario. En las próximas horas, la Justicia Federal definirá la extradición, mientras tato permanece detenido en Brasil.
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