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Franco Colapinto afrontará este fin de semana su tercera participación en la temporada 2025 de Fórmula 1, en el marco del Gran Premio de España, una cita que, más allá del desafío competitivo, tiene un valor profundamente simbólico y emocional. El trazado de Barcelona-Catalunya no es simplemente una pista más en el calendario para el joven de Pilar: es el lugar donde comenzó a gestarse su sueño europeo y donde cosechó algunos de los momentos más memorables de su incipiente pero prometedora carrera.
Allí, en 2019, Colapinto escribió una de las primeras grandes páginas de su trayectoria al consagrarse campeón de la Fórmula 4 Española con apenas 16 años, defendiendo los colores del equipo Drivex. En aquella oportunidad, llegó a la última fecha del campeonato con una ventaja suficiente como para especular, pero optó por otra vía: dominó con autoridad absoluta, logrando la pole position y ganando las tres carreras del fin de semana para sellar el título con contundencia. Su desempeño ese año fue categórico: 11 victorias, 13 podios, 10 poles y 10 récords de vuelta, números que lo posicionaron rápidamente como una de las grandes promesas del automovilismo argentino.
Desde entonces, Barcelona se convirtió en un escenario recurrente en su calendario, y siempre con actuaciones destacadas. En la Fórmula Renault Eurocup consiguió un triunfo y un segundo puesto en 2019, y repitió podios en 2020. En la European Le Mans Series de 2021 finalizó cuarto, mientras que en su paso por la Fórmula 3 —primero con Van Amersfoort Racing y luego con MP Motorsport— logró resultados dispares, incluyendo un segundo lugar, un sexto, un octavo y un abandono. En 2023, ya en Fórmula 2, firmó una sólida actuación que le valió un nuevo segundo puesto.
En total, Colapinto compitió en 16 oportunidades en el circuito catalán, con un saldo de seis podios, incluyendo aquel primer título que lo catapultó al radar internacional. No sorprende entonces que el regreso a Montmeló, esta vez en la cúspide del automovilismo mundial, con el equipo Alpine de Fórmula 1, se viva de manera tan especial para él.
Aunque el objetivo del podio en esta ocasión parece lejano —en parte por las prestaciones actuales del monoplaza de Alpine—, Colapinto se ilusiona con meterse por pri1 primeros puntos en la categoría reina. La última vez que lo consiguió fue en octubre del año pasado, cuando aún formaba parte de la escudería Williams.
La carrera en Barcelona llega tras un fin de semana complejo en Montecarlo, donde el piloto argentino finalizó en la 13º posición. Si bien el resultado no fue el esperado, supo exprimir al máximo un coche que no estuvo a la altura en términos de ritmo: “Tuvimos problemas con el ritmo del coche por varias razones y, al final, quedamos demasiado atrás en la parrilla en un circuito con casi ninguna oportunidad de adelantamiento”, analizó con sinceridad tras la competencia.
Ahora, con energías renovadas, el foco está puesto en Barcelona. "Tengo muchas ganas de ir a España este fin de semana para cerrar el triplete de carreras. Como país hispanohablante y con muchos aficionados argentinos allí, estoy seguro de que será especial para mí", expresó, evidenciando el vínculo emocional que lo une a esta plaza. En cuanto al enfoque técnico, destacó: “Es un circuito más tradicional, así que el objetivo será sentirnos cómodos con el coche lo antes posible para conseguir un buen resultado en la clasificación y prepararnos bien para la carrera del domingo”.
El domingo, desde las 10 de la mañana (hora argentina), Franco Colapinto acelerará en busca de seguir haciendo historia, esta vez en el mismo escenario donde, hace apenas seis años, empezó a escribir su propio destino en el automovilismo internacional. "Qué lindo finde. Y se viene Barcelona de vuelta, amigo", le escribió a su amigo Bizarrap en redes sociales. Y esa frase resume, quizá como ninguna otra, lo que representa esta pista para él: mucho más que un circuito, su verdadero lugar en el mundo.
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