El panorama aparenta teñirse de gris y muestra como la historia volvió a repetirse para Franco Colapinto en la Fórmula 1. Esto se debe a que, al igual que en Barcelona y Montreal, el pilarense vivió un viernes complejo en el inicio del Gran Premio de Austria, donde finalizó último en la jornada de entrenamientos, sin lograr encontrar el ritmo del A525 y sin poder sentirse cómodo con el auto en ningún momento.
“Los viernes no fueron buenos para mí hasta ahora y la mejora llega el sábado en la tercera sesión y en la qualy, pero es tarde. Necesitamos tener un buen fin de semana”, había anticipado el propio Colapinto en la atención a la prensa previa al arranque de la acción en Spielberg. Lamentablemente, sus palabras se volvieron en contra y le costó mucho interpretar el comportamiento del monoplaza, que volvió a mostrarse inestable, falto de potencia y difícil de adaptar a su estilo de manejo.
En la primera tanda libre, Colapinto se ubicó 16º con un tiempo de 1 minuto 6 segundos y 246 milésimas, quedando a 704 milésimas de George Russell. Sin embargo, en la segunda sesión, pese a haber mejorado levemente su registro (1m06s176), fue el único piloto que no logró bajar la barrera de los 66 segundos y terminó en la última posición, a un segundo y medio de Lando Norris.
La realidad de Alpine quedó nuevamente en evidencia y el rendimiento del A525 continúa sin estar a la altura de la media del pelotón, y ni siquiera el nuevo impulsor que utilizó Gasly logró disimular las limitaciones del conjunto. A estos inconvenientes se le suma la dificultad que viene mostrando Franco para lograr una configuración equilibrada.
“No fue muy bien, no me sentí muy cómodo en general, más que nada en curva rápida que es mi fuerte. Encontré un balance muy diferente de una curva a la otra. Hay que trabajar para volver más fuerte mañana. De vuelta hay que entender el porqué, como en Canadá”, explicó tras la jornada para ESPN.
Durante las sesiones de entrenamiento, el equipo técnico de Renault intentó distintas soluciones aerodinámicas para conseguir una mejora en su rendimiento, cargando y descargando el auto, pero ninguna ofreció una respuesta efectiva. El desbalance en el tren trasero y la falta de confianza a alta velocidad fueron una constante. Incluso en las curvas rápidas, donde Colapinto suele destacarse y avizoraba que podían llegar a sacar diferencias, el auto no respondió a sus expectativas.
“En la segunda práctica mejoró el resto. Me está costando en general esas curvas más rápidas en las que hay que meter freno y volante y hay que tener confianza en el auto y no la tengo. Hay que trabajar, pero en general hay cosas para aprender, pero no hay muchas opciones para ir en la dirección que quiero ir. Hay que buscar otra cosa”, analizó el crédito de nuestro distrito, mostrándose frustrado por lo ocurrido en pista.
Hay una situación que se está convirtiendo en una costumbre para el equipo, ya que se repitió en esta oportunidad el patrón que los tuvo sufriendo un viernes, llevando a los ingenieros a dejarlo todo en el trabajo nocturno para dar un salto cualitativo en la jornada sabatina. En España y Canadá, ese esfuerzo mostró credenciales y permitió lograr avances que lo llevaron a meterse en mejores posiciones en la clasificación y carrera. Pero en Austria, la falta de evolución durante el primer día preocupa y obliga a redoblar esfuerzos si quiere evitar otro fin de semana cuesta arriba.
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