Colapinto: “Fue mi mejor viernes, pero el auto sigue siendo impredecible”

El Gran Premio de Gran Bretaña comenzó con sensaciones encontradas para Franco Colapinto. Lo que en la primera sesión de entrenamientos libres había sido un inicio prometedor para el piloto pilarense a bordo del Alpine A525 N°43, se terminó yendo por la borda durante el transcurso de la segunda tanda de ensayos, generando nuevamente interrogantes sobre el verdadero potencial del monoplaza francés, tanto para él como para su compañero de equipo, Pierre Gasly.

Colapinto abrió la segunda práctica con neumáticos de compuesto medio, con los cuales completó una tanda de ocho vueltas, logrando un tiempo de 1 minuto, 27 segundos y 759 milésimas después de una serie de ajustes en el setup del auto. Posteriormente, el equipo apostó por un juego de neumáticos blandos nuevos, que le permitieron mejorar ligeramente su registro hasta 1 minuto, 27 segundos y 289 milésimas en la mejor de seis vueltas lanzadas. Sin embargo, la ganancia obtenida no ha sido suficiente para acercarse a los tiempos de punta.

La sesión concluyó con el crédito local realizando un stint más largo de 15 giros sobre medios y con tanque lleno, simulando ritmo de carrera. Al final del día, la tabla de tiempos lo mostró a 1 segundo y 473 milésimas de Lando Norris, el más veloz con su McLaren, y a tan solo 115 milésimas de Gasly, quien logró colarse en la 18° posición en los minutos finales, dejando claro que el Alpine aún no logra el rendimiento esperado.

“Creo que fue mi mejor viernes hasta ahora”, aseguró Colapinto en un diálogo que sostuvo con ESPN tras bajarse del auto. “Era en lo que estábamos trabajando, en una pista que es difícil para nosotros. Pero debemos seguir mejorando, porque cuando colocamos la goma blanda el auto se vuelve muy inestable e impredecible. Eso es algo en lo que tenemos que enfocarnos con el equipo”, agregó el representante de nuestro distrito.

La inestabilidad del A525, que ya había quedado expuesta en la fecha anterior en Austria, volvió a ser un tema central en Silverstone. Según explicó Colapinto, el viento jugó un papel clave en las dificultades para mantener el auto bajo control a lo largo de las pruebas realizadas en el circuito. “Tengo menos carga y el viento hace que el auto sea muy impredecible, nos afecta muchísimo. Hay que trabajar en eso porque se pone muy raro para manejarlo”, manifestó.

La incertidumbre que rodea al rendimiento del Alpine obliga al equipo a redoblar esfuerzos de cara a un sábado que podría estar pasado por agua. El tercer entrenamiento oficial está programado para las 7.30 de nuestro país, y las condiciones climáticas podrían añadir un nuevo condimento en la búsqueda de soluciones.

Colapinto es conocedor de cada una de las dificultades que presenta su unidad y sabe a la perfección que cada vuelta es clave para seguir ganando experiencia y empujar al equipo hacia una mejor dirección. Mientras tanto, el piloto pilarense continúa demostrando que, incluso en contextos adversos, está preparado para afrontar el desafío más exigente del automovilismo mundial.