Hoy se cumplieron 25 años del fallecimiento del doctor René Favaloro, figura emblemática de la medicina argentina y creador de la técnica del bypass. En Pilar, su memoria late fuerte en un mural instalado en el tanque de agua del centro, donde 500 corazones de mosaico realizados por vecinos forman un homenaje colectivo. La obra fue impulsada en 2016 por la artista local Silvia Kuhn, como parte de una intervención artística que se replicó en más de 130 puntos del país y también en Brasil y Uruguay.
“Lo que me motivó fue poder realizar, con mis manos y las de tantas otras personas, un homenaje a un prócer contemporáneo”, recordó Kuhn. Para concretarlo, recorrió personalmente instituciones como la Escuela 501, el Hogar Santa Rita y La Cata de Pilar, entre muchas otras, donde cada participante dejó su huella. “Cada corazón lleva el amor y el ADN de quien lo hizo, muchas veces sin ser del todo consciente del significado profundo de lo que estaba creando”, relató la artista.
El día de la inauguración fue una fiesta popular. “Fue un momento increíble, compartido con tanta gente. Había mucho amor y una enorme responsabilidad. La gente nos aplaudía al pasar, nos tocaban bocina… fue realmente inolvidable”, contó.
La obra requirió una enorme logística: “Había que hacer los corazones, llevarlos al taller, continuar el trabajo en otros espacios, almacenarlos con cuidado y finalmente ensamblarlos. Todos eran distintos, pero en el mural se unieron bajo un mismo homenaje”.
Para Kuhn, Favaloro es un verdadero prócer. “Un ejemplo de persona con valores inclaudicables, que dio la vida por su honor. Como médico, su técnica del bypass sigue salvando vidas todos los días. Es un orgullo argentino”, afirmó.
A casi una década del mural, Kuhn sigue emocionándose cada vez que lo ve. “Mucha gente me dijo mientras lo hacía: ‘Un día yo no voy a estar, pero mi corazón va a quedar ahí’. Algunas de esas personas ya no están, como mi mamá, que hizo gran parte de los cuadrados blancos. Pero su legado permanece en esa obra que nos trasciende”,resaltó.
“El arte permite visibilizar la memoria, traer al presente a quienes nos marcaron. Un mural habla por nosotros, a grandes voces. Favaloro fue un argentino lleno de valores y sin grietas, que siempre quiso lo mejor para su pueblo”, cerró Kuhn.
Para Kuhn, el homenaje de mosaico es más que una obra decorativa, es un símbolo que late en el corazón de Pilar. Una pieza que al igual que el legado del doctor, permanece viva en el distrito.
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